La ley de la atracción es una creencia que se basa en que la energía que emitimos será capaz de atraer a otra energía similar a la que emanamos. Esta teoría carece de fundamento científico y está mayoritariamente basada en las creencias que tenga una persona.
No obstante, cabe destacar que el funcionamiento de la mente humana en torno a esta fuerza del universo carece de fundamento científico como tal; por ello, dependiendo de la manera en que se plantee, obedece más bien a una idea o leyenda acogida por la sociedad que uno puede o no creer.
¿Cómo funciona?
Paso 1: Define
Lo primero es empezar a definir qué es lo que realmente quieres. Y, aunque suene fácil, no siempre lo es. Esto se debe a que vivimos en una sociedad dominada por la propaganda, las cuales nos bombardean y nos convencen de que necesitamos ciertos productos o servicios.
¿Alguna vez te pasó que deseaste algo por mucho tiempo y, cuando finalmente lo conseguiste, no disfrutaste de esa increíble y enorme satisfacción que pensabas ibas a sentir? Esto pasa porque a veces creemos que las experiencias o cosas materiales que otros tienen, también nos traerán felicidad, y no siempre es así.
Paso 2: Planea
Una meta sin plan de acción, es sólo un deseo. Ahora que sabes cómo quieres llegar a sentirte y qué personas, cosas y experiencias te ayudarán a conseguirlo, lo siguiente es definir qué es lo que tienes que hacer para acercarte a ese resultado final.
Esto implica determinar los pasos para llegar a esa meta. Es muy importante que siempre tengas en cuenta que el camino para conseguir tu vida ideal no será fácil, y que además pueden suceder imprevistos que interfieran con tu plan.
Por lo tanto, aleja de tu mente expectativas exactas, reformula cuando sea necesario y busca la forma de llegar al siguiente paso.
Paso 3: enfócate
Más resultados de la disciplina que la motivación. Es probable que muchos días no sientas ganas para trabajar en tus metas. Cuando te sientas así, tómate tu tiempo, pero no abandones tu plan. En este punto es importante recalcar que es válido cambiar de meta.
Es normal que a medio camino te des cuenta que eso no es lo que realmente querías. Si ese es el caso, busca otros sueños que alcanzar. Esto es lo que llena de propósito nuestra vida.
Así que si después de esta reflexión te planteas que tu vida no es como deseas que sea, es probable que necesites un cambio de perspectiva. Todo ello te conducirá a darte cuenta de que tal y como manejes tus riendas es como dirigirás tu vida y, por extensión, tu relación con el entorno. Entonces, partiendo de esa base, podrás comenzar a mejorarla.